31 Fundació Uriach 1838

Disponible el nº 2 de 2009 de la revista "Medicina e Historia"

29/06/2009


Roberto Nóvoa Santos (1885-1933) fue una de las figuras señeras de la Medicina en la llamada Edad de Plata de la cultura española. Introduce e impone la interpretación fisiopatológica del enfermar humano siguiendo la formulación sustentada por Ludolf von Krehl que supone la ruptura definitiva con la tradición ochocentista en la que perduró, tan largamente en España, el idealismo romántico de la escuela Letamendiana.

El anarquismo intelectual de la época interesó a numerosas figuras de la cultura, entre ellos a no pocos médicos. Manuel Azaña recordó en alguna ocasión las sesiones de controversia que se celebraban en el Ateneo de Madrid con estas palabras: ”Junto a ellos concurrían los militantes: Pablo Iglesias, Jaime Vera y otros socialistas; el doctor Madinaveitia, intelectual anarquista; Federico Urales y su mujer, Soledad Gustavo, encargada de leer los discursos del marido; el futuro duque de Maura, tocado de diletantismo socializante; y entre Urales y la Gustavo, un joven entrerrubio, rasurado, impávido, que si lo aludía un adversario erguíase en el escaño y, abiertos los brazos, exclamaba: “¡Yo soy hombre de acción, no de palabra!”. El hombre de acción, de pocas palabras, era José Martínez Ruiz, (Azorín) todavía sin el seudónimo”

Los artículos juveniles de carácter anarquista de Nóvoa Santos eran parcialmente conocidos pues había constancia de su colaboración en La Revista Blanca, que, como veremos, no fue más que una pequeña parte de dicha producción que fue creciendo con el paso del tiempo. En este nuevo número de Medicina e Historia descubriremos las claves de aquellos primeros escritos juveniles de Nóvoa en revistas anarquistas.