• Articella, 1493

    El Articella fue escrito en Bagdad por el médico, escritor, traductor y científico Hunayn bin Ishaq, más conocido en Occidente como Iohannitius. Contiene una síntesis de obras de medicina clásica griega básicamente tratados de Hipócrates (s.V-IV a.C.) y Galeno (s.I d.C.) entre otros autores y se utilizó como libro de texto y manual de referencia entre los siglos XIII y XVI.

    Se trata de una edición incunable impresa durante los primeros años de funcionamiento de la moderna técnica de la imprenta. Este tipo de ediciones de las que se realizaban pocos ejemplares son pequeñas obras de arte que imitaban todos los detalles de los libros manuscritos y sus impresores eran artistas que se expresaban a través de su trabajo.

    En resumen, un libro muy valioso que como el resto de incunables se ha convertido en una publicación histórica que, por primera vez, puso la cultura al alcance de todos.

  • Cirugía, 1503 (Pere d’Argilata)

    Obra renacentista de medicina escrita por el cirujano y anatomista italiano Pietro d’Argelata, destacado por su dedicación a la cirugía y la enseñanza de la medicina en la Universidad de Bolonia, uno de los centros médicos más prestigiosos de Europa en esa época. Publicada por primera vez en 1498, esta es probablemente su obra más célebre en la que se describen detalladamente las normas para la trepanación de cráneos, entre otras técnicas quirúrgicas. La relevancia de esta obra propició su traducción a varios idiomas, incluida una versión en catalán realizada por el médico, cirujano real y profesor Nacís Solà.

    Su impresor, Johannes Rosenbach, fue uno de los tipógrafos itinerantes más relevantes de finales del siglo XV y principios del siglo XVI y durante cuarenta años fue el impresor más importante de Cataluña.

    Esta obra aportó no tan solo un gran valor científico al mundo de las ciencias de la salud por su innovación y posterior influencia en los profesionales de esta disciplina sino también un gran valor histórico ya que está considerada uno de los primeros textos de medicina escritos en catalán.

  • Opera nuperrime reuisa, 1532 (Arnau de Vilanova)

    Esta obra es una recopilación de textos de Arnau de Vilanova que probablemente fue el médico más influyente del mundo latino medieval. Arnau escribió tratados fundamentales para la medicina europea de su tiempo, incluyendo textos sobre patología general, y desempeñó un papel destacado en las cuestiones político-religiosas de su época.

    Publicada en 1532 bajo el título Opera Nuperrime, esta recopilación incluye el comentario de Arnau de Vilanova sobre el De inaequali intemperie de Galeno, el Regimen sanitatis de Mayno de’Mayneri, el Regimen sanitatis Salernitanum, y su traducción del De phisicis ligaturis de Kustā ibn Lūka.

    Tras su fallecimiento, Arnau de Vilanova fue recordado como uno de los grandes pensadores de su tiempo: médico de Reyes y Papas, visionario en el campo de la medicina y un crítico e intelectual que contribuyó significativamente a las corrientes de pensamiento que habrían influido en la Europa medieval y renacentista.

  • Concordia Pharmacopolarum Barcinonensium, 1535

    Popularmente conocida como la Concordia de Barcelona, esta publicación es una de las obras más destacadas en la historia de las ciencias de la salud en nuestro país. Fue pionera en la normalización de la actividad de los boticarios, primero en Barcelona y luego en el resto del territorio, siendo además la segunda farmacopea publicada en el mundo, solo precedida por la de Florencia, editada pocos años antes.

    Se realizaron tres ediciones de la Concordia, de las cuales esta es la segunda, publicada en 1535. Hoy en día, solo se conservan dos ejemplares conocidos en todo el mundo, lo que convierte a esta edición en una pieza excepcional y única.

    La obra recoge 370 fórmulas que contienen 617 drogas, entre las cuales se incluyen opiáceos, electuarios, pastillas, conservas, jarabes, infusiones y cocciones, píldoras, laxantes, pólvoras, colirios, aceites, ungüentos y emplastos.

    Actualmente, la Concordia es considerada una obra de incalculable valor científico e histórico, una de las piezas más significativas de nuestro patrimonio bibliográfico y cultural, y una publicación única a nivel mundial debido a la escasez de ejemplares existentes.

  • De humane physiognomonia, 1586 (Giambattista della Porta)

    Esta es la primera edición, publicada en 1586, De humane physiognomonia, una obra de referencia en el campo de la fisionomía escrita por el napolitano Giambattista della Porta. Científico, erudito y dramaturgo, della Porta fue pionero en esta disciplina de origen aristotélico, que buscaba interpretar la personalidad de los individuos a través de sus rasgos faciales.

    La obra, una de las primeras publicaciones ilustradas sobre fisionomía, incluye grabados que establecen comparaciones y exploran conexiones entre las características físicas y los comportamientos tanto de seres humanos como de animales, en un intento de comprender mejor la naturaleza humana desde diversas perspectivas.

    A pesar de que la Iglesia Católica Romana veía con escepticismo esta disciplina, considerándola una pseudociencia, la fisionomía prosperó gracias a obras como esta, que se hizo ampliamente conocida e influyó en generaciones posteriores de científicos. Prueba de su impacto son las numerosas ediciones que se publicaron en 1593, 1601, 1602, 1618 y 1650.

  • Ramillete de plantas, 1646 (Esteban de Villa)

    Segunda edición de la obra de Fray Esteban de Villa publicada por primera vez en 1636. Su autor fue monje benedictino, farmacéutico y escritor que ejerció la farmacia en el hospital de San Juan de Burgos durante el siglo XVII.

    Ramillete de Plantas incluye información general sobre plantas, uso de los simples, destilación para la obtención de aguas y aceites medicinales y un recetario de los compuestos usuales de la época. Así como una parte dedicada a la astrología que describe la importancia que tenían los astros, equinoccios y horas del día en la recogida de las plantas y que influía en sus virtudes terapéuticas.

    Se trata de una obra que tuvo gran trascendencia en la época en el mundo botánico y farmacéutico ya que las preparaciones medicinales del siglo XVII continuaban siendo mayoritariamente vegetales.

  • Pharmacopoea Cathalana, 1686 (Joan d’Alòs i Serradora)

    Esta obra, publicada en Barcelona en 1686, es un antidotario o farmacopea que recoge el arte de la preparación y utilización de medicamentos de la época. Fue escrita por el médico Joan d’Alòs, catedrático de medicina y farmacia, y representante del protomedicato del Principado de Cataluña, una institución creada en el siglo XV encargada de supervisar el ejercicio de las profesiones sanitarias (médicos, cirujanos y farmacéuticos), así como de ejercer funciones docentes y de formación de estos profesionales.

    A pesar de la importancia de instituciones como el protomedicato, la Pharmacopea Cathalana se considera una farmacopea no oficial, ya que no se hizo de acuerdo con el Colegio de Boticarios. No obstante, Joan d’Alòs, intentó enmendar la falta de ejemplares de la tercera edición de la Concórdia, única referencia durante casi un siglo, y facilitar una obra actualizada para el ejercicio de la profesión farmacéutica.

  • Acerca de la Materia Medicinal, 1695 (Pedacio Dioscórides Anazarbeo)

    Edición de 1695 de la obra Acerca de la Materia Medicinal escrita por el médico, farmacólogo y botánico Pedacio Dioscórides Anazarbeo (c. 40- c. 90 d.C) considerado el padre de la farmacología. La obra fue precursora de las farmacopeas modernas y se considera uno de los libros sobre plantas más influyentes de la historia. Describe unas 600 plantas medicinales, unos 90 minerales y alrededor de 30 sustancias de origen animal.

    A diferencia de otras obras clásicas, este libro tuvo una enorme difusión en la Edad Media tanto en su original griego como en otras lenguas, tales como el latín y el árabe.

    Su traductor y comentarista Andrés Laguna fue el responsable de convertir esta obra en el primer tratado moderno publicado en España sobre materia médica y el más utilizado en nuestro país durante los siglos XVI al XVIII.

  • Opera Omnia Anatomica et Chirurgica, 1725 (Andreas Vesalius)

    Opera Omnia Anatomica et Chirurgica es una edición tardía de la obra De humanis corporis fabrica impresa por primera vez en 1543. Su autor Andreas Vesalius fue un anatomista y médico belga, considerado uno de los fundadores de la anatomía moderna. Éste es su trabajo más influyente, uno de los libros científicos más bellos de todos los tiempos que revolucionó la medicina y las ciencias de la salud en el siglo XVI.

    La obra presenta un examen de la estructura del cuerpo humano y realiza la primera descripción completa de la historia de la anatomía humana detallando huesos, articulaciones, músculos, corazón vasos sanguíneos, sistema nervioso, órganos del abdomen, tórax y cerebro.

    Una obra que modernizó no sólo la anatomía sino la enseñanza científica en general, enseñando a los estudiantes de medicina que solo se podía aprender anatomía humana a partir de la disección y observación del cuerpo humano. 

  • Manuscrito recetas, siglo XIV

    Los manuscritos representan una parte importante de nuestra colección, y entre ellos destacamos este pequeño compendio de recetas manuscritas, escrito en latín, que contiene información sobre la elaboración de jarabes, ungüentos y preparados para curar o aliviar algunas de las enfermedades y problemas de salud más comunes de la época. Tras un estudio paleográfico y de contenido, se ha datado este conjunto de recetas aproximadamente entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV.

    A pesar del tiempo transcurrido desde su creación, el estado de conservación de estas recetas es bueno, lo que nos permite conocer de primera mano aspectos de la sociedad, tradiciones y costumbres de la época, en la transición entre la Edad Media y la Edad Moderna.