La llegada de la fotografía a España se remonta a mediados del siglo XIX y pronto se extendió por las principales ciudades del país, impulsada por las innovaciones tecnológicas y las nuevas oportunidades de negocio que se abrían. Inicialmente, la fotografía se desarrolló a través de los retratos de estudio, pero posteriormente, con la aparición de cámaras más portátiles y películas más sensibles a la luz, fue posible capturar imágenes en exteriores, inmortalizando eventos públicos y escenas cotidianas.
Esta colección incluye principalmente imágenes del ámbito de la familia Uriach, entre ellas retratos de estudio realizados por fotógrafos tan reputados como los hermanos Napoleón (Antoni y Emili Fernández) y Pau Audouard, así como fotografías familiares en exteriores.
Colección Fotografía
-
Los orígenes de la fotografía. La vida retratada ()
-
Retratando los inicios de la industria de la industria farmacéutica ()
En 1919, Uriach decidió trasladar su sede a unas nuevas instalaciones, más grandes y eficientes, en la zona más moderna e industrial de la ciudad de Barcelona, el Eixample. Para inmortalizar este importante acontecimiento se organizó una sesión fotográfica que dio lugar a este conjunto de imágenes, posibles gracias a la evolución de las nuevas cámaras fotográficas portátiles, construidas con madera, metal y cuero, que utilizaban fuelles para el enfoque, lentes de vidrio y obturadores mecánicos simples y un trípode, necesario para garantizar la estabilidad y la nitidez de las imágenes, especialmente en condiciones de poca luz en espacios interiores.
Este conjunto de imágenes nos permite conocer cómo era y a qué se dedicaba una empresa como Uriach a inicios del siglo XX a través de instantáneas de la droguería, oficinas, laboratorios y almacenes, entre otros.
-
Miradas industriales: Leica & Hasselblad ()
En la década de 1960 se decidió retratar los nuevos y modernos laboratorios de la compañía. Para ello, se recurrió a Agustí Centelles, uno de los mejores fotoperiodistas españoles, quien, tras la Guerra Civil, se dedicó a la fotografía industrial para evitar las represalias del régimen. Armado con su cámara Leica, Centelles capturó imágenes de gran belleza y valor artístico de las instalaciones de la compañía. Diez años más tarde llegó Català-Roca, un fotógrafo de gran renombre, quien, con su cámara Hasselblad, inmortalizó las instalaciones, actos y personas de Uriach durante más de 20 años.
Gracias a estos dos artistas únicos, esta amplia colección nos deja imágenes de un periodo de suma importancia para la industria de nuestro país.